Hoy ha amanecido el día con niebla, densa y persistente. Pero tratándose de Melilla la persistencia de este fenómeno meteorológico es muy limitada, y apenas el sol va escalando su recorrido disipa la bruma a pasos agigantados. Pero me ha dado tiempo a desplazarme hasta Melilla la Vieja y desde allí obtener algunas fotos, cuya originalidad en este caso viene dada por la circunstancia ambiental.
Tras examinar las fotos en el ordenador decido pasarlas a blanco y negro. La falta de color creo que potencia ese ambiente de misterio que la bruma otorga a todo paisaje, incluso los urbanos.
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