No me pude resistir.
Tenía el día libre, y quería empezarlo haciendo un poquito de deporte. Pero al salir a la calle me encontré con el espectáculo de la niebla. Obviamente en otras muchas ocasiones hemos tenido niebla en Melilla. Pero hoy era muy densa y muy persistente.
Dudé...
Y no me pude resistir. Volví sobre mis pasos y tomé mi máquina de fotos.
Y lo que tenía que haber sido un ratito de deporte se convirtió en un largo paseo fotográfico.
Hoy siento en el corazón
un vago temblor de estrellas,
pero mi senda se pierde
en el alma de la niebla.
La luz me troncha las alas
y el dolor de mi tristeza
va mojando los recuerdos
en la fuente de la idea.
(Canción Otoñal, de Federico García Lorca)
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